05 Oct Pan integral en España
La idea equivocada del pan integral en España
A menudo pensamos que sabemos lo que es el pan integral porque lo identificamos con la vista y tenemos una idea preconcebida de esto que es errónea. No sabemos realmente si lo que estamos comprando es o no integral. Si observamos la composición de los productos que creemos que son integrales, como pueden ser los cereales, las galletas o sobre todo el pan nos damos cuenta de que no todo esta tan bonito como parece. No todo lo integral se produce con harina integral.
Y es que el que hizo la ley hizo la trampa y la regulación permite realizar frases engañosas. Por poner un jemplo: no hablamos de lo mismo cuando en un etiquetado aparecen “elaborado 100% con harina integral” que cuando vemos “elaborado con harina 100% integral”; en el segundo caso, el mensaje no promete cantidad mínima de la harina – y aquí es lo que no exige la ley-.
Esta idea confusa nos lleva a consumir productos que nutricionalmente son peores y nosotros pensamos lo contrario.
Los productos integrales, como el pan integral de centeno de Eurobakeries, son buenos para su salud.
Lo dicen diferentes estudios, como este que enlazamos aquí o como el recogido en el British Medical Journal donde, tras revisar 45 estudios, asocia el consumo del producto integral con la reducción del riesgo de enfermedades cardiovasculares.
La ley que regula la fabricación y comercialización del pan, tostadas y pan de molde dice lo siguiente: “Pan integral: es el elaborado con harina integral”. Sin especificar el porcentaje de integral que debe llevar. ¿Y qué dice la norma que define la harina integral? Dice que es “el producto resultante de la molturación del grano de cereal y cuya composición corresponde con la del grano del cereal íntegro”. Esto significa que debe llevar el grano completo.
En el mercado nos encontramos con pan de molde integral en cuya composición no hay ni rastro de harina integral. O cereales que destacan en el envase la leyenda “con trigo 100% integral”, pero al examinar la composición vemos que el principal ingrediente es el arroz y de trigo integral solo lleva un 37%. O galletas integrales con solo un 7% de harina integral, el resto es refinada. ¿Por qué? La ley que aún hoy regula estos productos dice que debe contener grano entero, pero no especifica en qué porcentaje.
El consumidor epañol no está acostumbrado a una alta presencia de harina integral o grano íntegro en su dieta, sino que estamos acostumbrados al consumo de cereales refinados y esto provoca un rechazo en el sabor del 100% integral. Una manera buena para comenzar a habituar al nuevo sabor sería ir cambiando los refinados por los de grano entero poco a poco, combinándolos con otros tipos de alimentos como verduras, condimentándolos con hierbas y especias para que queden sabrosos y sanos.
Cómo puedo distinguir un pan integral de uno que parece serlo
Fácil. Debemos asegurarnos de que en el primer ingrediente pone “harina integral o de grano entero”. Los ingredientes aparecen en orden decreciente, de manera que el primero es el que más cantidad aporta al producto y no debemos confundir “integral” con “rico en fibra”.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]
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